domingo, 23 de octubre de 2011

seguir escribiendo.

Aunque me confieso en cierta manera reacia a compartir algunas de las cosas que escribo, el otro día me animé y he decidido escribir aquí algunas de esas cosas, no prometo nada, igual mañana no escribo más.


Una mañana fría, un pequeño despertar
las gotas de rocío tiemblan en las hojas
los pájaros comienzan a despertar.
Una tímida niña abre los ojos
en realidad no sabe si quiere despertar.
Soñaba con principes y princesas
con castillos y dulces de fresa.
Por un lado no se quiere levantar
por el otro se muere de la curiosidad.
Mira a su alrededor sin abrir los ojos del todo
busca su propio modo
de enfrentarse a la locura del día a día.
Comienza a sonreír y a despertar
cada vez quedan más lejos sus sueños
de pequeñas princesas en altas torres de marfil.

1 comentario:

  1. La curiosidad...sin ella, este planeta perdería gran parte de todo lo interesante que contiene. Lo mismo nos lleva a la catástrofe que nos sitúa en un lugar incluso por encima de los sueños. La curiosidad, ¡ una "curiosa" arma de doble filo !

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