miércoles, 29 de agosto de 2012

El Kalevala





 



[...] "El héroe repondió: No olvides, Vainamoinén, tu condición. Deja para los hombres los juicios equivocados y temerarios.Para los hombres que en su precipitación emiten opiniones no reflexionadas sin darse cuenta de que nada saben, no ya sobre los dioses, sino sobre las fuerzas y elementos de la Naturaleza, mintiendo constantemente acerca de aquellos a los que nunca conocerán, pues su inteligencia no tiene fuerza para ello, sino también sobre éstos que tardarán mucho, asimismo, en conocer. Tú, pues, espera antes de hablar y ahora mira"[...].


[...]" Luego volvío a hablar ordenando a Vainamoinén que le diese una hoja de grama y cuando la tuvo en la mano añadió: Voy a transformar esta brizna de hierba en un útil sin el cual los hombres serían siempre víctimas del bosque, valiéndome de la magia. La magia es la ciencia de los seres divinos. Los hombres solo a fuerza de estudio y de reflexión, al cabo de muchos siglos, muchos, conseguirán que esta ciencia, resumen y compendio de todas, es decir, del "saber" en su más alta expresión, conseguirán, digo, ser maestros en ella, y conseguido, hacerse inmortales y empezar a parecerse a nosotros, sus amos. Por supuesto, a los menos diestros en la magia de nosotros, pues el camino del conocimiento no tiene fin. Hay que aprender siempre y luego de aprender crear utilidad con el trabajo de las manos cristalizando en hechos lo aprendido; primero el espíritu, luego el brazo; uno sin el otro son poca cosa; y es el propósito y voluntad de hacerlo sin descanso, lo que establece diferencias hasta entre los dioses; y lo que un día, al fin, igualará a los hombres a nosotros, los dioses."[...]





Fragmento de "El kalevala, la gran epopeya nacional finlandesa, compendio de leyendas mítico-religiosas de los pueblos nórdicos". Música: Jean sibelius, compositor finlandes.

miércoles, 1 de agosto de 2012